Capital Emocional

El Capital Emocional.

¿A qué nos referimos, cuando hablamos del Capital Emocional en las organizaciones?

Empecemos por precisar, que el Capital Emocional es también un activo intangible de la organización. Una pieza clave en la creación de valor y un elemento quizás poco valorado -aunque crítico- para el despliegue del capital intelectual.

Recordemos que: “el capital intelectual es equivalente a una mente gigante que sólo puede desarrollar su trabajo si dispone de un motor adecuado, un corazón gigante, representado en el capital emocional” (Thomson y Rodríguez, 2000).

En la entrada anterior, planteamos cómo los activos intangibles representados por el capital humano y en particular por el capital intelectual, constituyen la fuente básica de ventajas competitivas de la empresa. Ahora, nos enfocaremos en el elemento clave que dinamiza al cerebro organizacional: el capital emocional.

Las emociones en las organizaciones y el Capital Emocional

Las organizaciones tienen emociones, pues éstas son una cualidad intrínseca de los grupos humanos. En este contexto, el capital emocional, viene a representar el motor del capital intelectual; es la suma de las inteligencias emocionales presentes en la organización que otorga estructura al clima emocional y define tanto las interacciones interpersonales, como la interpretación de los fenómenos de la realidad (Manucci, 2014).

capital emocional
Fuente: Pixabay

De manera más específica, Thomson y Rodríguez (2000), sostienen que el Capital Emocional es un activo de la empresa -tal y como lo es el capital intelectual-, que está constituido por los recursos emocionales de cada uno de los miembros que componen el equipo humano de la organización; a saber: sus sentimientos, creencias y valores.

Este tipo de activo, cuenta a su vez con el potencial para crear valor, cuyo impacto sobre los objetivos empresariales dependerá de la forma cómo se gestionen las emociones, de la calidad de los vínculos internos y del esfuerzo que hacen los directivos por crear organizaciones más humanas, al tener en cuenta las emociones de aquellos a quienes dirigen.

El capital emocional de una organización, se subdivide en interno y externo

Por una parte, el Capital Emocional Interno, está constituido por valores, creencias y sentimientos de los colaboradores que hacen vida en la organización; es el factor que influye en las conductas y acciones, generando la creación de productos y servicios, que juega un rol fundamental en la percepción que tienen los clientes al utilizar los productos o servicios.

Mientras que, por otra, el Capital Emocional Externo representa el capital corporativo y el valor de la marca, que contempla los sentimientos, creencias y valores que son asumidos por los stakeholders, con respecto a la organización (Thomson y Rodríguez, 2000).

El capital emocional una fuente de ventajas competitivas sostenibles

El desarrollo de ventajas competitivas sostenibles auténticas dentro de una organización, no sólo implica la gestión del conocimiento, sino que también debe contemplar la creación de políticas que permitan abordar y gestionar las emociones del grupo humano, desde una perspectiva estratégica; pues tal y como expresa Goleman (2005):

capital emocional
Fuente: Pixabay

 

 

 

 

“Las habilidades emocionales son lo que nos conduce a triunfar profesionalmente”.

 

 

 

 

 

Siendo en este punto, donde la inteligencia emocional destaca como un aspecto sobre el cual han de centrarse los núcleos básicos de información y formación permanentes del desarrollo del personal, ya que como afirma el mismo autor, el nivel colectivo de inteligencia emocional de una organización determina el grado en que se realice su grado de capital intelectual y su desempeño general.

Referencias

  • Goleman, D. (2005) Liderazgo que obtiene resultados. En Harvard Business School Publishing Corporation: America Latina.
  • Manucci, M. (2014). El capital emocional de las organizaciones: Cómo redefinir el presente para ampliar las posibilidades de desarrollo en el futuro. En Gestión emocional [Revista Electrónica], pp. 102-104. Disponible en: https://www.researchgate.net/
  • López, V. y Nevado, D. (2002). El Capital Intelectual: Valoración y Medición. Prentice-Hall: Madrid, España.
  • López, M.A., y Grandío, A. (2005). Capital Humano como fuentes de Ventajas Competitivas: Algunas reflexiones y experiencias. Editorial Netbiblo: España.
  • Teijeiro, M.; García, M. y Mariz, R. (2010). La gestión del capital humano en el marco de la teoría del capital intelectual: una guía de indicadores.  Disponible en: https://www.researchgate.net/

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